Custodia compartida alternando semanas: ¿la mejor opción para los menores?

 

 

La custodia compartida consistente en que los menores vayan alternando su estancia con los progenitores semanalmente es, a día de hoy, de las más comunes y propuestas en los Convenios Reguladores, ya que el período semanal es un lapso de tiempo que permite una adecuada distribución de las responsabilidades entre los padres, permitiendo la implicación de ambos en las tareas típicas de la vida del niño, como las escolares y extraescolares, dando así mismo cierta estabilidad en lo que se refiere a alternancia de domicilios, lo cual es bastante positivo tanto para ellos como para los hijos en común.

 

Doctrinalmente se piensa que con esta tipología de custodia se parte de la plan igualdad jurídica de derechos y obligaciones de los cónyuges, creando una “corresponsabilidad parental de los progenitores” pese a haber existido una ruptura en la pareja.

 

Lo característico de este tipo de custodia es que trata de procurar una normalidad familiar, ya que todo queda más o menos igual (salvando las distancias, y teniendo en cuenta que la relación conyugal se ha perdido y que ya no viven juntos) en cuanto a relación padres-hijos.

 

De esta manera, los padres se turnan en el cuidado de los hijos sin que ellos tengan que coincidir a lo largo del día o en varios días a la semana (como puede ocurrir en otro tipo de custodias) llevando los menores una vida muy parecida a la que tenían antes de que ocurriese la separación, pero sin que los padres vivan juntos.

 

Así, implantando este tipo de custodia, el reparto de gastos puede mostrarse muy práctico, ya que ambos progenitores acabarían contribuyendo de forma igualitaria a los gastos ordinarios y mantenimiento de los hijos (al mantenerlos en su casa el mismo número de días, con las mismas actividades y rutinas), y el cálculo de otro tipo de gastos que podrían considerarse extraordinarios es a su vez de fácil división.

 

Además, a la hora de organizar el período de estancia con uno y otro, además de métodos de recogida o entrega de los hijos, se puede comprobar que es una opción más cómoda y saludable para todos los miembros de la familia, ya que no es lo mismo la alternancia por horas, o días, que semanas en la que las recogidas y entregas están más aplazadas y por lo tanto suponen menos “barullo” para los hijos.

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