La custodia compartida plantea muchos problemas psicológicos no sólo para los progenitores, que evidentemente lo sufren, sino también para los menores.
Deberíamos optar siempre por el bienestar de los pequeños, y no siempre es así.
Lo más adecuado es que se ayude a los padres a tomar una decisión, a través de la elaboración de un plan de parentalidad.
La escucha del menor es crucial, pero el análisis y los motivos por el que se solicita una custodia compartida, o una custodia exclusiva debería ser examinado a fondo psicológicamente, y la toma de decisión, no debe corresponder sólo al juez.
Este artículo que he leído es interesante, y arroja luz sobre esta cuestión que tanto nos preocupa a todos, profesionales, padres y personas en vía de separación o divorcio.
Aquí dejo el link por si alguien desea leerlo. Publicación de Lawyer Press.
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